Hace poco hemos cumplido el primer aniversario de nuestro blog Crónicas de Horton, uno de los primeros proyectos en el que se embarcaba Veritas Sanitatis, el más personal, intentaba surcar el amplio mar de la salud de la mano de un paciente crónico y su enfermedad.
La idea desde el principio quedó bien definida, dar a conocer el calvario que sufrían aquellos que la padecían, siempre en primera persona, desde la experiencia de un afectado. La patología es una gran desconocida por el número tan reducido de personas que la sufren, y mucho menos son conocidos los estragos que acarrean en el enfermo.
Cada semana se trataba de plasmar en una entrada el día a día de la convivencia con ella: desde su incierto diagnóstico hasta todos los efectos secundarios que la acompañaban, incomprensión, problemas laborales y familiares, miedos, y sobre todo dolor, mucho dolor. Era la particularidad más significativa que tenía, lo que empezaba a hipotecarte la vida eran los desgarradores dolores que te envolvían en aquella nube negra de desesperación.
Los post semanales, siempre narrados por el enfermo, aportan la experiencia basada en muchos años de lucha, de batalla con la extensa medicación y el periplo por los neurólogos tras una solución o un paliativo efectivo. Estas no siempre se tanteaban en el ámbito sanitario, empujándote la desesperación a buscar otras vías para paliar tanto sufrimiento.
Esta aventura bloguera que se inició hace un año está cumpliendo con uno de sus objetivos principales, servir de terapia para desterrar miedos y aportar una visión positiva de la enfermedad. Se ha tratado siempre de quitar dramatismo a la lucha que se mantenía con la bestia dentro de la cabeza, intentando dejar patente en cada entrada el humor y la ironía.
Este recorrido de aventuras y desventuras nos ha permitido conocer gentes de distintos países, con culturas bien diferentes a las nuestras pero unidos por un mismo dolor. El enriquecimiento ha sido infinito, aprendiendo de cada uno de los comentarios que dejaban.
Con información fiable y contrastada se ha tratado de llegar a los enfermos en ciernes con el fin de ayudarles a conocer su enfermedad y que sepan convivir con ella, intentando aconsejarles en todo momento basándonos en la experiencia y los conocimientos adquiridos. El objetivo era que pudieran superar las adversidades que se van encontrando como consecuencia de la patología, en principio incurable, y de unos conocimientos médicos, en muchos casos, escasos.
Confiamos en cumplir un año más con el blog aportando nuestro pequeño granito de arena, y sobre todo aprender cada día un poco más de cada uno los compañeros de batalla.